La campaña del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, una demanda sobre los procedimientos de votación en Pensilvania. Sin embargo, una corte federal de apelaciones desestimó la solicitud judicial, en el marco de las denuncias del mandatario sobre un supuesto “fraude” en las elecciones presidenciales.
El medio de comunicación estadounidense señaló que esta medida allana el camino para que las elecciones lleguen hasta la Corte Suprema. Cabe destacar que Trump ha manifestado en varias ocasiones que está dispuesto de llevar las denuncias de irregularidades hasta el máximo tribunal.
"Las acusaciones de injusticia son algo serio. Pero decir que algo fue injusto no lo convierte en injusto", dijo la Corte de Apelaciones del Tercer Circuito.
Previamente, Rudy Giuliani, abogado de la campaña de Trump, argumentó ante un tribunal inferior que hubo irregularidades en las elecciones. Sin embargo, la Corte de Apelaciones dijo que “las afirmaciones de la campaña no tienen mérito”, en un estado donde el demócrata, Joe Biden, triunfó por más de 80.000 votos, presuntamente.
Igualmente, el equipo de campaña de Trump cuenta con la opción de pedir a la Corte Suprema una medida cautelar de emergencia. Incluso, Jenna Ellis, abogada y asesora de la campaña del republicano, ratificó que llevarán el caso al máximo tribunal del país.
“La maquinaria judicial activista en Pensilvania continúa encubriendo las acusaciones de fraude masivo. Estamos muy agradecidos de haber tenido la oportunidad de presentar pruebas y hechos a la legislatura estatal de Pensilvania ¡A la Corte Suprema!”, dijo Ellis.
Trump reconoce que está dispuesto a dejar la Casa Blanca
El presidente reconoció que, en caso de una posible victoria de Joe Biden en el Colegio Electoral el 14 de diciembre, dejará la Casa Blanca. En ese sentido, Trump reconoció que “va a ser muy difícil conceder”, pero aseguró que saldrá de la Casa Blanca en caso que se certifique al demócrata.
“Ciertamente que lo haré y lo saben”, dijo, pero enfatizó que una victoria de Biden se deberá a un “fraude masivo” en las elecciones presidenciales del pasado 3 de noviembre. “Somos como un país de tercer mundo”, aseveró, refiriéndose a la supuesta fragilidad de la infraestructural electoral estadounidense.