Las autoridades federales mantienen la búsqueda de tres inmigrantes que se fugaron el pasado domingo de un centro de detención de inmigrantes privado, contratado por el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) en Aurora, a unas nueve millas al este de Denver (Colorado).
Este centro de detención enfrenta varias demandas por muertes y mala atención médica a los internos.
El congresista demócrata Jason Crow decidió comenzar su propia investigación sobre las condiciones en esa cárcel, luego de que le prohibiesen la entrada en febrero.
Los inmigrantes que se fugaron son el salvadoreño Amíclar Aguilar Hernández, de 23 años, quien está condenado por allanamiento y es sospechoso en un caso de violación en la base aérea de Fort Carson. Los otros dos son los hondureños Douglas Amaya Arriaga y Carlos Pérez Rodríguez, ambos de 18 años.
De acuerdo con el ICE, los jóvenes escalaron una malla de cinco metros de altura y después pasaron el muro de un área recreativa, reseñó Telemundo.
Irregularidades en la cárcel
Documentos oficiales del Departamento de Policía de Aurora, difundidos en marzo por la Alianza Popular de Colorado (Copa), revelaron que desde 2011 hasta lo que va de 2019 ese departamento respondió más de 400 veces debido a «fugas, asaltos y asaltos sexuales» en ese establecimiento.
Sobre la nueva fuga el GEO Group Inc., la compañía privada que opera en esa cárcel no ha comentado nada sobre el incidente y refirió todas las preguntas al ICE.
A comienzo de marzo, el Departamento de Salud Pública de Colorado intervino en el centro de reclusión por casos de paperas y otras enfermedades contagiosas, obligando a poner en cuarentena uno de los trece pabellones del reclusorio.
El centro de detención comenzó operaciones en una zona industrial de Aurora en 1986 con una capacidad de 150 personas. Sin embargo, en enero de este año se habilitó un nuevo pabellón, entonces la capacidad llegó a 1.532 detenidos.