El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, informó el 15 de mayo de un plan para desarrollar una vacuna contra el coronavirus antes del fin de 2020. Desde entonces, ya hay más de 61 millones de casos y 1,44 millones de fallecidos, pero el ansiado fármaco se creó, tras el apoyo de la Casa Blanca a seis proyectos.
“Es una empresa científica, industrial y logística inmensa, nunca vista en nuestro país desde el Proyecto Manhattan”, dijo Trump en aquella ocasión.
La agencia de noticias AFP señaló que Trump bautizó la operación como “Warp Speed”, refiriéndose al término de ficción sobre ir más rápido que la velocidad de la luz. En tal sentido, designó a un general del ejercito y a un exdirectivo del laboratorio GSK para combinar la experiencia de científicos con la logística militar.
Seis meses después de las palabras de Trump, la vacuna de Pfizer/BioNTech espera la autorización para el próximo 10 de diciembre. En tal sentido, la Administración de medicamentos de Estados Unidos (FDA) podrá aprobar el fármaco, en una acción que el mandatario calificó como un “milagro”.
Por su parte, la vacuna de Moderna, una pequeña empresa estadounidense, podrá recibir el visto bueno dentro de poco. Asimismo, el proyecto de Johnson & Johnson también arrojará frutos y aportará más dosis.
Trump quiere a los estadounidenses vacunados en abril
El mandatario Trump aseguró que espera que los estadounidenses sean vacunados para el mes de abril. Incluso, subrayó que la amplia inversión que realizó el gobierno puede permitir que el fármaco sea proporcionado gratuitamente para los ciudadanos.
“Pfizer anunció el lunes que la vacuna contra el virus chino era de más de un 90% efectiva. Esto excede nuestras expectativas. Nadie pensaba que se pudiera llegar a ese nivel. Nuestra inversión hará posible que la vacuna sea proporcionada por Pfizer sin costo alguno”, dijo el pasado 13 de noviembre.
Trump, en total, apostó por seis proyectos, dos por cada tecnología, con el objetivo de correr los menos riesgos posibles. Pfizer y Moderna emplearon una tecnología llamada “ARN mensajero”, mientras que Johnson & Johnson y AstraZeneca usaron un vector viral, y Novavax y Sanofi /GSK utilizaron base de proteínas.
De esta forma, el plan de Trump brindó frutos, dado que las empresas recibieron, en total, más de 10.000 millones de dólares. La esperanza de la Casa Blanca era que al menos una prosperara, pero los estudios indican que varias de estas vacunas serán aprobadas.