Un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reveló que América Central y América del Sur registraron las tasas de homicidios intencionadas más altas del planeta, con 25,9 y 24,2 asesinatos por cada 100.000 habitantes.
Los datos de Latinoamérica destacaron sobre la media mundial, de 6,1 homicidios y son excepcionalmente más altos que los registrados en otras zonas del mundo, como en el sur, oeste y el norte de Europa.
El Salvador, con más de 62 homicidios y Honduras, con 41,7, encabezaron la lista de países más peligrosos de Centroamérica.
América Latina ha visto cómo su tasa de homicidios voluntarios aumentaba desde principios de la década de 1990, una tendencia inversa de la media global.
Venezuela, que padece una crisis política, económica y social, sufrió un incremento dramático de las muertes violentas en las últimas tres décadas, cuando se pasó de 13 a 56,8 homicidios voluntarios, un incremento de cerca del 350%
Sudamérica con 3,5 y 5,1 muertes intencionadas respectivamente y en Latinoamérica, la tasa de muertes violentas es de entre 8 y 11 veces mayor entre los hombres que entre las mujeres.