La indignación de Migdalia Rodríguez es evidente. Ella cuenta muy bien las horas que ha pasado sin electricidad y le parece increíble que a cuatro kilómetros esté encendido un gran árbol de Navidad que fue instalado por la alcaldía de Puerto Cabello.
Ella vive en el sector Los Cocos del barrio Santa Cruz. Ahí han pasado más de tres días sin servicio y no han tenido ninguna respuesta de las autoridades mientras enfrentan la precariedad.
"No contamos con gas, no tenemos agua, tampoco tenemos electricidad. El gobierno regional y el municipal deberían prestar la colaboración a Corpoelec para que resuelvan la situación que nosotros estamos presentando acá en Santa Cruz y en los diversos sectores que habitan en la parroquia Goaigoaza".
Por varias noches consecutivas han protestado y hasta cacerolearon al candidato a las parlamentarias por el circuito 2, Samuel Cohen. "Por supuesto que salimos a las calles para que nos restablezcan el servicio, con muchísimo temor, ya que la Guardia Nacional y la Policía de Carabobo son las que nos rondan cuando estamos protestando por un derecho que nos corresponde, como es el servicio eléctrico".
Aseguró que desde hace muchos años no se le hace mantenimiento a las guayas y postes. “No es culpa de nosotros sino del gobierno”.
Más de 600 bombillos encendidos
Desde lejos se puede ver el contraste de esta realidad. En la Plaza Las Banderas un gran árbol de Navidad hecho con más de 600 bombillos es encendido cada noche desde comienzos de esta semana.
Ahí parece no existir crisis eléctrica. “Mientras en Puerto Cabello, comunidades como Santa Cruz, San Esteban y Polvorín se han expresado con protestas en rechazo a los constantes cortes eléctricos que hacen invivible su día a día”, denunció la diputada de la AN, Deyalitza Aray.
A esto se suma una estrella llena de luces que fue instalada por la alcaldía en la Bombonerita, el estadio de fútbol del equipo de la ciudad. “Esa es la respuesta, una burla a quienes desesperadamente se han expresado a través de la protesta la falta de electricidad que pone en riesgo su comida, su salud, su calidad de vida, que ya no se soporta y esa es la manera como se atiene a este requerimiento de la comunidad porteña”.
Aray calificó de inaceptable esta situación al gastar recursos para reflejar una realidad que no es la viven los porteños.