Los ciudadanos de la localidad de Caripito, en el estado Monagas, denunciaron la grave situación que viven con el suministro de agua por tuberías. En tal sentido, aseveraron el jueves que se deben abastecer con las gotas de las lluvias, dado que algunas comunidades cumplen dos meses sin el servicio.
El portal de noticias El Pitazo aseveró que otros vecinos del municipio Bolívar cuentan con un servicio intermitente. No obstante, la alcaldía todavía no se pronuncia sobre las causas de la falla, por lo que no se brindaron soluciones a las problemáticas.
“Cada vez que llueve es una bendición en este pueblo, porque es la única forma que tenemos de llenar los tambores para, por lo menos, hacer los quehaceres del hogar”, explicó Luis Enríquez, uno de los vecinos afectados por la escasez de agua por tubería.
Enríquez habita el sector Los Kilómetros, en donde las cisternas cobran hasta 1.000.000 bolívares por llenar los tanques. «Es más caro si la capacidad del tanque pasa de los 1.000 litros”, precisó, por lo que la necesidad los obliga adquirir el agua y hervirla para preparar las comidas diarias.
Crisis del agua no es exclusiva de Caripito
El mismo reportaje señaló que el casco central de la ciudad de Maturín, capital estatal, estuvo seis días sin agua por tuberías. A pesar de la grave situación, Aguas de Monagas no se pronunció sobre la situación ni explicó a qué se debía la falla.
Esta situación se da en medio de la pandemia de coronavirus, la cual ya cuenta con 101.215 casos y 884 muertos en Venezuela. Estas circunstancias generan que los ciudadanos tengan que cumplir con variados protocolos de bioseguridad, como lavar sus manos o respetar el distanciamiento social.
No obstante, las fallas en el suministro de agua impiden que los monaguenses puedan lavar sus manos regularmente. En consecuencia, los ciudadanos están más expuestos a contagiarse con el virus que ya cuenta con 1.231 casos en el estado.
Asimismo, los cortes eléctricos son regulares en Monagas, a lo que se suman fallas en los servicios de internet, Movilnet y cable. “La situación es desesperante porque aquí hace mucho calor”, dijo Carmen Marín, refiriéndose a los “apagones” diarios que duran entre una y seis horas.