Una delegación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) visitará Venezuela desde el 8 al 14 de julio para analizar el colapso económico del país tras un fallido intento el pasado mes de febrero.
Esta información la dio a conocer en Ginebra, el presidente de Fedecámaras, Carlos Larrazábal. Señaló que aspiran a que la OIT vea directamente el nivel de destrucción económica de Venezuela, así como la urgencia de una salida pacífica, electoral y hacer recomendaciones para superar la crisis.
La comisión, que preside el dominicano Manuel Herrera y completan la española María Emilia Casas y el uruguayo Santiago Pérez, tuvo que suspender sus planes de visitar Venezuela en febrero por el agravamiento de la inestabilidad política en el país, publicó en una nota el portal web Banca y Negocios.
Larrazábal espera que durante su visita, los integrantes de la misión de la OIT comprueben la persecución a empresarios y líderes sindicales, coincidiendo con la suspensión del diálogo social.
Sostuvo que el socialismo ha destruido el empleo y dejado un salario mínimo en 6,5 dólares mensuales. Asimismo, recordó que el Banco Central de Venezuela (BCV) después de cinco años de silencio, admitió lo que los empresarios tenían tiempo señalando, que el PIB en el último lustro ha caído un 56 %.
“La construcción, que era el principal empleador del país, ha caído en ese periodo un 95% y el sector manufacturero un 76%”, afirmó Larrazábal, quien cuestionó las declaraciones de Nicolás Maduro, que considera que las sanciones de Estados Unidos son las responsable de la mala situación.
El líder de la patronal indicó que Venezuela tenía las mayores reservas petroleras del mundo y su producción debería estar en 5 o 10 millones de barriles diarios, pero que la desconfianza en el régimen y en el futuro de la economía nacional han interrumpido las inversiones extranjeras.
Señaló que cuando se estabilice la política y economía en Venezuela, el país tenía que buscar un modelo menos dependiente del crudo, cuyo precio es presa de los vaivenes gubernamentales.
Sobre la solución a la crisis del país, el empresario resumió que «pasa por un cambio político que permita una salida democrática con elecciones y una transición hacia un gobierno que cree confianza y tenga de nuevo separación de poderes».