Algunos reclusos venezolanos son condenados al abandono al estar en prisiones lejos de su tierra natal, dado que no son trasladados o atendidos por sus familiares. En tal sentido, deben lidiar con el hambre y la desidia que azota a los recintos penitenciaros, Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).
Los familiares de los presos claman por el retorno de sus seres queridos, quienes exigen el respeto de sus derechos humanos. Los reclusos consideran que, además de estar tras las rejas, se instauró una especie de castigo, situación que se ha empeorado con las medidas de aislamiento por la pandemia de coronavirus y la escasez de gasolina.
Las medidas implementadas por el gobierno de la revolución chavista paralizaron los tribunales, suspendieron las visitas y el ingreso de los insumos. Sin embargo, después del restablecimiento del funcionamiento, no logran ser trasladados por la falta de combustible u otros factores, como consecuencia de las lejanías de las cárceles.
El artículo 49 de la Constitución establece que se debe garantizar el debido proceso de todos los reclusos. Así pues, puede ser efectivo el proceso judicial, sin dilataciones indebidas o contradicciones.
Se cobran en dólares los traslados de los reclusos
Los familiares de los reclusos, de igual forma, subrayaron que no pueden ser movilizados a otros estados de Venezuela por los altos costos del transporte. Supuestamente, los funcionarios cobran entre 100 y 200 dólares para movilizar a los presos hasta los tribunales.
“La mayoría somos madres, esposas y hermanas humildes sin recursos. De dónde vamos a sacar para un pasaje si gastamos en comida, no nos queda para el pasaje y si podemos ir será una vez al año porque no tenemos de donde sacar esos recursos”, expuso una de las madres.
Otra madre precisó que ella está en el estado Lara, mientras que su hijo está en la cárcel de El Dorado, en Bolívar. “Tengo más de dos años que no lo veo porque no puedo viajar hasta Bolívar. Son muchas horas de camino y soy una persona discapacitada, soy la única familiar con la que cuenta y además no tengo recursos. Yo clamo porque mi hijo sea devuelto a la región”, sentenció.